12 de mayo, 2020 - Construímos País
La aparición del COVID – 19 expone una realidad compleja, donde la falta de previsión, planeación, prevención y educación, afectan económica y socialmente a todos los colombianos. Sin embargo, esta situación nos ha permitido generar mayores espacios de interacción familiar, de reflexión y análisis; también nos ha permitido descubrir el emprendedor que tenemos dentro, pero, sobre todo, esta época ha hecho brillar nuestras capacidades solidarias.
Y es esta última, el ser solidario, lo que nos motiva como Entidad a ser gestores de acciones positivas, que apoyen y fomenten el bienestar en nuestra comunidad.
Ser solidarios es nuestra naturaleza y propósito, por tanto, apoyar las iniciativas que potencian el crecimiento y el mejoramiento continuo de nuestra comunidad, ha sido el objetivo de nuestra cooperativa desde hace más de 20 años.
Es por esto que -en la actualidad- acompañamos a más de 35.000 asociados y hemos redoblado esfuerzos para que las soluciones que entregamos apoyen a quienes más lo necesitan. No sólo hemos ofrecido alivios económicos a más de x familias, sino que hemos apostado por crear espacios de formación y capacitación para acompañar y entretener a quienes siguen con nosotros desde casa, así hemos logrado estar en la sala de más de 2.000 personas, con información relevante y útil para hacer este momento más llevadero.
Es común escuchar que “no da más el que más tiene” y en la práctica es algo que se cumple, pues más allá de nuestro tener, nuestra empatía nos empuja a cooperar desde nuestras limitaciones. Es decir, nuestro sentimiento cooperativo, nos ha impulsado a buscar distintas formas de ayudar a quienes se encuentran en condiciones más difíciles que nosotros mismos: La capacidad de ponerse en el lugar del otro es fundamental para comprender la importancia de ser solidario.
En contextos de crisis económica como la actual, esto se ha visto reflejado. Se disparan las iniciativas de economía colaborativa y hemos visto cómo Colombia se ha volcado en su solidaridad con quienes se encuentran en pobreza extrema o en calidad de calle.
Ahora bien, desde el punto de vista del Sector Solidario, el deber ser de este principio cooperativista, es que impacte en doble línea. Por un lado, que las entidades solidarias giren sus acciones en pro del bienestar social de sus asociados, funcionarios y sus familias. Y por otro, la responsabilidad de aquellos que tengan obligaciones con sus entidades para asegurar el flujo de actividades financieras y el sustento económico de quienes laboran en las mismas. Cuando encontramos campañas como “Si te pagan, paga”, es una invitación de responsabilidad para quienes reciben el pago de su salario o de su actividad comercial y que son usuarios de los servicios de las entidades, a que cancelen oportunamente sus cuotas y así contribuyan al funcionamiento del mismo.
Por ello, la invitación para las entidades cualquiera que sea su actividad, es que concentremos nuestro accionar en la generación de espacios para el emprendimiento, el crecimiento y gestión social. Y para las aquellos que valoran el esfuerzo empresarial y creen en el desarrollo económico de empresas del sector solidario, es a que sigan ahorrando, realizando sus aportes y accediendo a las soluciones de crédito que las mismas ofrecen.
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